En los últimos años, los entornos virtuales de aprendizaje (EVA), se han constituido en una herramienta eficaz de enseñanza y aprendizaje, ayudados por los cambios de la concepción tradicional del aprendizaje, que concebía a este, como la adquisición de contenidos hacia los alumnos, trasmitidos por un docente. Esta visión ha sido ampliamente superada en la actualidad, tornándose como centro de ella el aprendizaje que hacen los estudiantes mediados por el rol docente.
En los EVA, la figura del docente pasa a ser la de un tutor, cuyo rol principal es facilitar por medio de su guía, el aprendizaje de los estudiantes, los cuales, gracias a la plataforma virtual, son estructurados en módulos de formación, lo que entrega posibilidades reales de integración e interrelación entre contenidos, ya que estos suelen estar presentados bajo modelos secuenciales, como ocurre en este curso tutorial.
Concordando con María del Carmen Llorente Cejudo y teniendo en cuenta el texto de Juan Silva Quiroz , la importancia del rol tutorial en los EVA radica en que es la figura del tutor quien le da significado al proceso educativo, en donde el tutor realizaba un proceso de orientación con los alumnos, que les permita facilitar la tarea de construir el aprendizaje propio, tanto de manera individual como colaborativa. De esta forma el tutor debe desarrollar ciertas funciones que le permitan realmente alcanzar este objetivo.
Una primera función del tutor es la técnica, en la cual debe velar por facilitar el manejo de los estudiantes bajo el EVA. Otra función es la académica, en la que debe convertirse en un docente virtual, ya que debe entregar información de forma didáctica y planificada, fomentar la interacción y participación de los alumnos, retroalimentarlos y evaluarlos, instancias en las cuales debe actuar con un facilitador del aprendizaje teniendo cuidado de ser asertivo, ya que no debe ser el protagonista del curso. Una tercera función es la organizativa, en la que el tutor pone en juego la planificación de la secuencia de aprendizaje propuesta (estructura de los módulos, actividades, evaluaciones, etc). Otra función es la orientadora, en donde el tutor se preocupa de guiar no sólo el aprendizaje grupal sino también el individual, enfatizando en los alumnos que parecen más rezagados y desorientados. Finalmente, está la función social, en donde el tutor desarrolla un proceso comunicativo, que le permite crear un buen clima entre los participantes, fomentando sus interacciones, animándolos, integrándolos, etc, desde una perspectiva más emotiva.
De esta manera, el rol tutorial, es ciertamente complejo y todo un desafío, intentándose en este trabajo sintetizar explicativamente a partir del modelo de tutoría virtual (e-moderating) de Gilly Salmon, en el marco del curso de formación tutorial dictado por el CPEIP durante el año 2008.
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