A continuación compartimos un artículo de nuestra autoría denominado “La Emergencia de la Sociedad de la Información”. En este artículo solamente se reseñan algunas características que posee lo que se ha denominado en la actualidad como sociedad de la información, lo cual se hace básicamente desde su conceptualización, lo que se realiza desde su conexión con la educación.
Artículo:
A partir de la década de 1980, se comienza a popularizar un término que dos décadas antes ya había surgido dentro de algunos círculos intelectuales: la sociedad de la información. Este hace alusión a como las diferentes sociedades del mundo, con más o menos suerte, apuestan y cambian su funcionamiento, desde sistemas productivos industriales a sistemas de servicios, donde las nuevas tecnologías de la información y comunicación, desde ahora NTIC, juegan un rol esencial en el mundo actual, pues permiten el mejoramiento continuo del sector de servicios y este a su vez, de la actividad económica, generando un desarrollo permanente de una sociedad fuera de lo meramente industrial y transformando a su vez su estructura tradicional en cuanto a las relaciones de posicionamiento social en función de la posición de la riqueza y de sus fuentes y nuevas fuentes de obtención, en donde el “… conocimiento e información estarían reemplazando a los recursos naturales, a la fuerza y/o al dinero, como variables clave de la generación y distribución del poder en la sociedad” (Tedesco, J. 2000, pág. 11-12).
El concepto de sociedad de la información, se ha masificado rápidamente para reflejar en la actualidad los cambios que han producido principalmente las tecnologías, sin embargo sus orígenes se remontan a 1973, en donde el sociólogo estadounidense Daniel Bell, señala que “los servicios basados en el conocimiento habrían de convertirse en la estructura central de la nueva economía y de una sociedad apuntalada en la información, donde las ideologías resultarían sobrando” (Torres, R. 2005, pág. 1), lo que ha quedado posteriormente demostrado con el rol que ha jugado la tecnología, especialmente la informática e internet en la acumulación, procesamiento, sistematización y uso de la información en los diferentes procesos productivos y económicos, lo que ha tornado la tecnología como el pilar central de esta nueva realidad. Sin embargo, es a partir de la década de los ’80 y especialmente de los años ’90, en donde la situación descrita cobra mayor fuerza debido a la alta informatización de todas las áreas del quehacer humano, lo que termina por posicionar el concepto como una realidad aceptada por todos, siendo un concepto estrechamente ligado al de globalización, debido a que las tecnologías de la sociedad de la información constituyen el soporte material por el cual la globalización ha podido conectar los diferentes mercados mundiales, convirtiendo a su vez a las tecnologías de la información y comunicación, en su principal cara visible.
Sin embargo el concepto de sociedad de la información también ha sido cuestionado por círculos intelectuales que señalan que ya no describe la situación del fenómeno original en la actualidad, apareciendo el concepto de “sociedad del conocimiento” y también el de “sociedad del saber”. Esta distinción conceptual busca representar que en la sociedad actual ya no es tan relevante la producción y manejo de información a la cual se puede acceder a través de diferentes fuentes, medios y formatos, en contraste con la producción de conocimiento que se ha convertido en la fuente de toda actividad productiva, concibiéndose de esta manera a la sociedad del conocimiento como una realidad más compleja que la sociedad de la información. Se puede plantear al respecto una evolución en donde la sociedad de la información pasó a mostrar la importancias de las nuevas tecnologías en la sociedad proyectando la emergencia de una nueva realidad, realidad la cual no se entiende sólo desde el nuevo rol y dependencia de las sociedades de las nuevas tecnologías, sino también de las transformaciones sociales, económicas y políticas que se inician con ella, pasando de esta forma en la actualidad a una sociedad del conocimiento, que describe de manera más precisa los tiempos actuales, en un mundo globalizado, más allá solamente de la ala tecnificación de la sociedad, sino que integra también el cambio en los seres humanos en la forma de comunicarse, socializar, vivir y producir conocimiento, ya que por ejemplo “Internet puede ser un nuevo escenario de interacción social, pero esta interacción es estrechamente integrada al mundo físico, y los dos ámbitos se transforman mutuamente” (Torres, R. 2005, pág. 6).
“La clave de la sociedad actual es, de uno u otro modo, la capacidad de procesar la ingente cantidad de información de que disponemos, gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías, transformándola en el conocimiento necesario para cambiar nuestro entorno, en la búsqueda de una mayor libertad, igualdad y solidaridad entre los seres humanos, en un mundo que está rompiendo los moldes acuñados en el siglo XX” (Blázquez, F., 2001, pág. 7), por lo cual la sociedad de la información o incluso la sociedad del conocimiento, dependiendo de la concepción en torno al grado de desarrollo con que se conciba a las sociedades actuales, generan la necesidad de transformar la lógica de los sistemas educativos, siendo este el principal impacto de las tecnologías en la dimensión educativa. La sociedad del conocimiento permite un rápido acceso a ingentes cantidades de información, en diferentes medios y formatos, de manera interactiva y con nuevas posibilidades de comunicación lo que transforma los requerimientos que la sociedad hace del sistema educativo, buscando su transformación bajo la integración de estas nuevas realidades, buscando generar ciudadanos que sean conscientes de la nueva realidad y que puedan aprovechar las nuevas potencialidades que ofrece. La educación esta llamada no sólo a no obviar las nuevas realidades, sino también a investigar en como saca provecho pedagógico para mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje, usando justamente las ventajas de la nueva realidad social, especialmente de las nuevas tecnologías, siendo clave en ello, las potencialidades de la computación e internet como realidades presentes en todas las esferas del quehacer humano en la actualidad.
“Las NTIC y sus potencialidades nos retan a la creación de espacios educativos, sean presenciales o virtuales, que promuevan la interacción personal, el debate plural, la reciprocidad inmediata y completa de los intercambios, la pluralidad de los puntos de vista, las relaciones directas entre maestros y alumnos” (Blázquez, F., 2001, pág. 27), ante ello los docentes deben tener las competencias necesarias para apropiarse de las nuevas tecnologías y proponer nuevos escenarios de aprendizaje, que respondan a las necesidades formativas de los estudiantes actuales, las cuales a partir del nuevo contexto descrito anteriormente van mucho más allá de la mera memorización de datos, sino deben ser escenarios atractivos y desafiantes para generar las competencias que permitan a los estudiantes construir conocimiento.
Dentro de este contexto, nuestra sociedad actual, la sociedad de la información, debe consolidarse sobre fuertes bases educativas, para que pase a convertirse en una sociedad del conocimiento, es decir, un paso más allá de la sociedad que sistematiza información, en una sociedad que es capaz de crear conocimiento. Para ello, hoy en día, Europea se ha presentada a la saga de este objetivo, a través de la atención que se ha puesto a los curriculum educativos basados en competencias, en donde se busca que los estudiantes, tanto del mundo escolar como del universitario en sus diferentes niveles, desarrollen un conjunto de conocimiento, habilidades y valores en torno a elementos concretos según las necesidades de la sociedad y no sólo en torno a la acumulación de información como ha primado hasta hoy en los curriculum tradicionales. Este esfuerzo está llegando lentamente a América Latina y es sobre el cual se desarrolla esta propuesta de integración de tecnología en una malla de formación inicial docente para que estos puedan posteriormente desarrollar competencias tecnológicas con sus estudiantes.
Bibliografía:
- Blázquez Entonado, Florentino (coordinador) (2001). “Sociedad de la Información y Educación”, Junta de Extremadura, Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología, Dirección General de Ordenación, Renovación y Centros, Mérida, España.
- Tedesco, Juan Carlos (2000). “Educar en la Sociedad del Conocimiento”, Fondo Cultura Económica, México.
- Torres, Rosa María (2005). “Sociedad de la Información / Sociedad del Conocimiento”, Revista Prometheus 21, Abril 2005, Universidad de Barcelona, España.
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